
¿Quién es Teresa de
Lisieux?
¿Por que tan universal y
tan conocida
esta joven Carmelita Normanda?
Más de una vez se ha
respondido a esta pregunta con una doble respuesta, aparentemente obvia.
Es que Teresita misma contó su vida en el relato entrañable y fascinador
de la " Historia de un alma". Y luego, tuvo la suerte de que
alguien siguió sus pasos con una máquina fotográfica, y aquellas fotos,
guardadas sigilosamente, cayeron en manos de un investigador que las
publicó sin retoques ni maquillajes, y permitió conocer en todo su
realismo el rostro y las peripecias de una santa, desde sus juegos de
niña, hasta su vida de sociedad, sus disfraces de artista en el teatro
conventual, su celda, su enfermería, su rostro sereno y su mirada
profunda, ya casi transfigurada a los 23 ó 24 años. Aun así, esa
respuesta es insuficiente... hay mucho más.
Teresita no fue
especialmente afortunada en su vida. Pero ella misma su persona, es tan
transparente, tan sumamente sencilla, que resulta genial, absolutamente
excepcional. Basta recordar unas cuantas facetas de su perfil, las que más
la acercan a Nosotros.
Teresita nació en una
familia profundamente Cristiana. Sus padres fueron una pareja ideal: él
relojero; su madre fabricante del famoso punto de Alencon. Sus cuatro
hermanas abrazaron la vida religiosa. Tres de ellas fueron Carmelitas en
el mismo carmelo de Lisieux en que vivió Teresita sus años jóvenes.
Teresita es la hermana pequeña (1873 - 1897). Las cuatro hermanas mayores
tendrán la suerte de verla en los altares, canonizada por Pio XI en 1925.
Alguna de ellas tendrá también la suerte de ver cómo se inicia la causa
de canonización de sus dos papás.
De la vida de Teresita
conocemos casi todo:
Conocemos su vida de
familia porque ella nos la contó deliciosamente en la primera parte de la
Historia de un alma. Conocemos su constante paso entre los hombres
después de muerta, porque Teresita prometió "pasar su cielo
haciendo el bien en la tierra" y ha cumplido su palabra en
proporciones fabulosas.
Los hechos más destacados
de su vida en familia son: su despertar precoz: "desde la edad de
tres años comencé a no negar a Dios nada de lo que me pedía. La muerte
de su mamá, cuando Teresita cuenta apenas cuatro años (recordada y
contada por ella al detalle). El traslado de toda la familia desde Alencon
a Lisieux (a los cuatro años); al gran acontecimiento de la primera
comunión (a los siete de edad); la enfermedad de Teresita (a los diez),
curada prodigiosamente por la sonrisa de la Virgen, y el drama de su
vocación al Carmelo que la hará recurrir personalmente al Papa León
XIII para vencer los últimos obstáculos y entrar Carmelita a los 15
años.
Para esta fecha ya
ella había vivido la gracia de una profunda conversión personal, y
había descubierto el poder de la oración y su personalísima vocación
orante, que extrema con ocasión del ajusticiamiento del criminal
Pranzini.
(Primera parte)
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